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Hoy el Promotor de Desarrollo y Servicios Financieros de la Sucursal Zimatlán del Programa Bancomunidad – Fincomunidad, Heriberto Jiménez Márquez nos compartía que realizó una verificación de aplicación del crédito. Esto con la señora Antonia Reyes González quien lleva ya dos años trabajando microcrédito en la Colmena número 5, llamada “la trinidad” del Municipio de La Trinidad, Zaachila.

Ella invirtió su crédito en la compra de una bomba para riego, una aspersora para controlar plagas y unos marranitos (cerdos). Lo interesante de la iniciativa de la Señora Antonia Reyes González es que como ella lo menciona, para hacer frente a “la carestía de la vida”, tiene que diversificar su producción, pues tiene una parcela donde aprendió a producir flores como las nubes y penumbres, pero también cultiva hortalizas diversas, actualmente tiene lechugas, pero integra otras; como cebollas, cilantro, etc. Los residuos de la cosecha los utiliza para complementar la alimentación de sus cerdos y el estiércol de estos animalitos los aprovecha para abonar la tierra y prácticamente no usa fertilizantes sintéticos.

Heriberto nos comenta que a la Señora Antonia le gustaría sembrar “unos surcos de amaranto”, por lo que la visitaremos para ponernos de acuerdo y la diversificación sea más amplia. Nos da mucho gusto ver como las mujeres integradas en Colmenas disfrutan lo que hacen, lo cual se evidencia con la forma en que nos lo comparten. También se nota que los promotores de Desarrollo y Servicios Financieros disfrutan de los resultados que obtienen y aprovechando las fotos que nos compartió en esta ocasión Heriberto Jiménez Márquez quisimos compartirte esta historia que da cuenta de pequeños éxitos que a la larga obtendrán un éxito pleno en una familia rural que trabaja duro y constantemente para salir adelante!

Es la última semana de Diciembre del 2017, las colmenas están cerrando sus actividades, gustosas celebrando con convivios la amistad entre ellas y  agradecidas con sus promotoras y promotores  del Programa Bancomunidad – Fincomunidad del Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC.

Las Promotoras y Promotores están finalizando otro año de acompañar con microcrédito a mujeres para romper el “circulo viciosos de la pobreza”, se trata de un trabajo arduo y a veces pesado. Sin embargo una vez que dominan la metodología y sobre todo cuando comprenden que su esfuerzo se traduce en hogares de miles de mujeres, a quienes se les ha negado la oportunidad de acceder a un crédito porque no cuentan con recursos para “dar seguridad” a la banca comercial de que el dinero que se les da en calidad de crédito le sea devuelto, saldrán adelante y que mucho del éxito de esas mujeres depende de la capacidad que generan las promotoras y promotores de conducir el trabajo del microcrédito y lograr que se vuelva la solución a su problemática y no agrandarlo, pues en ocasiones el microcrédito ha servido para sobre-endeudar a las familias.

Por ello es que las colmenas que tienen buenos resultados festejan entre ellas y su promotora o promotor haber finalizado un año de actividades y alcanzado las metas propuestas.

Quienes laboramos en los diferentes Programas del Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC queremos hacer un sincero reconocimiento al compromiso social y dedicación de Promotoras y Promotores de Programa “Bancomunidad” – “Fincomunidad”, al tiempo que hacemos votos para que este programa siga su labor de desarrollo y apoyo a las familias más necesitadas y que crezcan las colmenas y también expandir su área de atención, pues las necesidades son muy grandes y un programa como este se hace necesario para muchas familias en muchas localidades. Feliz 2018!

Para:

Victoria Amparo Moncada García, Rosa Estela Morales Morales, Marisol Rosas Juan, Samaria Florean, Esperanza Velasco Rodríguez, Flor Evelia Molina Canseco y Heriberto Jiménez Márquez. Sucursal Zimatlán.

Erendira Zoveida Bolaños Castellanos, Azucena Lucatero Pérez, Eneyda García Santiago, Elizabeth Jiménez Aguilar, Felipa Claudia López Sosa. Sucursal Oaxaca.

Y desde luego también para el resto del equipo que no se vinculan directamente con las colmenas, pero tienen que ver con ordenar el trabajo, administrar los recursos, coordinar áreas dentro del mismo programa y desde luego coordinar a todas las áreas dentro del Programa, nos referimos al Gerente General. Saludos!

Uriel Francisco Jerónimo, Irlanda Limeta Molina, Rosa Elia Cortes, Adriana Cointa Gerónimo Díaz, Yadira Cruz Ortiz, Nallely Molina, Yadira Antonio, Margarita Pérez, Janice López, Elda García Porras, Talina Trujillo Pérez, Mireya Mendoza Ortiz y Leticia Cordova.

A decir de Adriana Cointa Gerónimo Díaz, una de las integrantes del Centro de Desarrollo Comunitario AC que Fundó el Programa “Bancomunidad”, junto con Teresita de Jesús Santaella Mendoza (QEPD) Andrés Canseco y Othón Cuevas Córdova. La Colmena número 40 llamada “Las Rosas” de Valdeflores, Zimatlán es de las que se formó en una primera etapa de atención a comunidades Cercanas a Zimatlán de Álvarez, el otro circulo fue de Santa Ana Tlapacoyán a Santa Cruz Mixtepec. Esto fue en el 2002, hoy esta colmena cumple 15 años de trabajar y luchar arduamente para con el crédito salir adelante con sus familias.

Antes del 2002 había en la región una serie de pequeños grupos comunitarios que trabajaban el tema del “Ahorro Solidario”, el cual consistía en reunirse e impulsar la creación de un fondo de ahorro que transcurrido cierto periodo 6 meses, un año, etc., decidían regresarse lo ahorrado. Esto funcionó bastante bien en los primeros años de la organización, sin embargo su formación era muy lenta. Algunos grupos se prestaban este fondo entre integrantes del grupo a tasas simbólicas de aporte solidario. En Valdeflores había un grupo de estos, con la implementación de “Bancomunidad” estos grupos se dejaron de acompañar y se volvieron iniciativas comunitarias, de uno de estos grupos salió una Promotora de Desarrollo y Servicios Financieros llamada Rebeca Ramos Juárez quien regresó después a formar una colmena en su comunidad.

Esta colmena, en este 2017 está  cumpliendo sus 15 años de trabajo ininterrumpidos, antes estaba formada mayormente por mujeres de edad avanzada, sin embargo hoy se puede ver que hay muchas mujeres jóvenes que se han atrevido a buscar en el microcrédito una opción para salir adelante, acompañadas por las mujeres de mayor edad que han visto cómo ha evolucionado su colmena y aconsejando a las jóvenes para que el micro crédito no se vuelva otro problema, más bien que sea lo que de solución al aportar recurso fresco a los proyectos productivos que implementan con tasas bajas de aporte solidario.

Valdeflores es una comunidad rural por lo que muchas de estas mujeres solicitan crédito para producir alfalfa, frijol y hasta maíz.

Comentan que el año estuvo a punto de ganarles e irse sin haber ellas celebrado sus 15 años, pero que el festejo estuvo muy bien en esta temporada, ya que es la época del año en que surgen las ganas de estar con las demás, desearse lo mejor para el año que viene, además de ponerse nostálgicas por las compañeras que ya no están por una u otra razón. También comentan que les gustó brindar, que las acompañaran otros integrantes de la Organización como Rosa Elia Cortes; Coordinadora Operativa de la sucursal Bancomunidad – Zimatlán, Uriel Jerónimo Hernández, Gerente General de Bancomunidad, Nallely Cuevas, Coordinadora de Emprendimiento Micro Empresarial, Othón Cuevas Córdova, actualmente Asesor de Centéotl Ac pero fundador de dicha organización, aparte desde luego de la Promotora de Desarrollo y Servicios Financieros que las acompaña semana a semana: Marisol Rosas.

Hoy estas mujeres se sienten felices y seguirán trabajando para que su colmena se superé y crezca. Nosotros por nuestra parte deseamos que sus deseos se hagan realidad.

Queremos desde el equipo humano que formamos el Centro de Desarrollo Comunitario AC hacer un reconocimiento a las socias Fundadoras de esta colmena y que siguen trabajando en ella, las señoras: Carmelita Basan, Elena Samario, Guadalupe Ramos, Honoria Ramón y Porfiria Sumano. Felicidades y mucho éxito en su quehacer!

El Programa “Bancomunidad” es una opción viable de desarrollo integral de las mujeres pues ha demostrado que el crédito es un medio, pero lo más importante y que es reconocido por las mujeres de colmena; es el valioso espacio de reflexión, convivencia y el compromiso que se genera con las compañeras cada semana en cada reunión en donde las mujeres recuperan su autoestima y estimulan su proceso de empoderamiento a nivel familiar y comunitario.

En una colonia de Santa Cruz Xoxocotlán llamada “Aguayo” existe la Colmena Número 125. “Voluntad de Aguayo” que integra a 25 mujeres que han encontrado en el microcrédito la posibilidad de romper el “Circulo Vicioso de la Pobreza”. Esta colmena es acompañada por la Promotora de Desarrollo y Servicios Financieros Esperanza Velazco Rodríguez, quienes el día de hoy (martes 26 de diciembre del 2017) despidieron este año pues tuvieron su última reunión, recordando que si bien es cierto este fue un año muy difícil, pues desde que inició y con el encarecimiento de las gasolinas y el diésel, todo subió de precio y las ventas bajaron dramáticamente; sin embargo y a pesar de ello ha sido un año vivido en la colmena intensamente,  con mucha alegría y sobre todo con mucha esperanza. Mediante un intercambio de regalos organizado por las mismas mujeres que integran la colmena disfrutaron de su último día de trabajo del año. Esperando mencionaron que el 2018 sea menos difícil que el actual. En hora buena y Felicidades por su trabajo y esfuerzo. Quienes formamos parte del Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC les deseamos éxito en sus iniciativas y al equipo de promotoras extendemos un sincero reconocimiento al esfuerzo que hacen por acompañar y hacer que miles de mujeres tengan los resultados positivos que se proponen mediante implementar correctamente la metodología de microcrédito que busca a poyar a las mujeres de escasos recursos a contar con capital fresco para sus proyectos productivos, al mismo tiempo que aprenden a ahorrar y se van capacitando para salir adelante en un mundo cada vez más cambiante y difícil.

Hay investigadores sobre temas agrícolas en México que han llegado a la conclusión que las actividades agrícolas no son redituables, hasta la producción en atmosferas controladas como son los invernaderos se hace no redituable debido a sus altos costos de producción y la amortización de los materiales con los que se construyen. De esta manera justifican por qué la disminución de población dedicada al campo y del porque importamos cada vez más alimentos del exterior en vez de producir al menos lo que comemos.

Cabe señalar que la producción agrícola se vuelve vulnerable por muchos factores tales como; un temporal incierto; poca lluvia, periodo de lluvias cada vez más cortos y el periodo de sequía intraestival (canícula) completamente seco; es decir prácticamente un mes seco dentro del periodo de lluvias. Si a ello le aunamos suelos empobrecidos en donde se aplica el monocultivo del maíz y la aplicación solo de fertilizantes químicos y la nula aplicación de materia orgánica que va creando suelos endurecidos como piedras, la inexistencia de obras para almacenar agua de lluvia para riegos de auxilio o usarla en la temporada de estiaje y lo más impactante los costos elevadísimos de fertilizantes, maquinaria agrícola (por el encarecimiento de combustibles principalmente), sistemas de riego, etc.

Para quienes integramos el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC y que trabajamos con comunidades del medio rural vemos que esa conclusión es cierta, sin embargo también hemos visto que hay familias que crean estrategias muy interesantes para hacer del campo una actividad lucrativa y les permite aferrarse a la actividad que genera más empleos en las localidades del medio rural. Tal es el caso de la Señora Inés Colmenares de la Colmena Número 21, llamada “Concepción” de la Ciénega, Zimatlán, quien ha encontrado la forma de diversificar su producción agropecuaria, pues cría gallinas ponedoras con la producción que obtiene de su sistema milpa; es decir siembra maíz,  frijol y calabaza, al tiempo que su esposo alquila madera para cimbra, pues su actividad complementaria es la albañilería.

El ejemplo de esta familia campesina emprendedora puede mostrar que no es conveniente generalizar que la actividad campesina es incosteable, pues las familias pueden concluir “mejor dejo de trabajar el campo”, sin embargo es necesario mencionar que producir alimentos no tiene precio porque de ello depende nuestra salud y la de nuestra familia.