Es Santa Catarina Quiane, a escasos 6 km de Zimatlán de Álvarez, en esta localidad hace 15 años, justo cuando nació el programa “Bancomunidad” (2002) se crearon 2 colmenas: “Las Rosas” y “Felicidad”, por situación de no entender la metodología y sobretodo de pensar que este era un programa como tantos que se gestan en las comunidades; en donde se dan pequeños apoyos sin generar ningún compromiso en las familias participantes, en donde da lo mismo si funcionan o no los proyectos y si el crédito soluciona o no el problema que busca atender, estas colmenas empezaron a tener problemas, lo que afecto directamente a su estructura, pues algunas integrantes empezaron a salir del programa. Ante la disminución del número de integrantes  de ambas colmenas, se propone  su fusión, las integrantes de la colmena fusionada deciden nombrarla “La Unión”, es la número 28. 15 años de trabajar y luchar por salir adelante con sus proyectos productivos para los cuales solicitan créditos.

Hoy ya solo quedan 2 mujeres que cumplen 15 años de trabajar en colmena, ellas son Emilia Calderón Hernández y Florentina Salvador, ambas de la colmena original “Las Rosas” quienes han permanecido durante este largo periodo ya de trabajo y compromiso.

Les sigue en antigüedad aunque dice que hubo un periodo en que salió de la Colmena la señora Isabel Hernández Juárez quien tiene 13 años en colmena.

Tienen 12 años en colmena Rosita Venegas Lázaro, Marlene Pérez y Felipa Galván, esta última cuenta con 72 años de edad dice que su familia se dedica a la agricultura la siembra de alfalfa, maíz, frijol y calabaza.

Florencia Sánchez Méndez, se concibe como una de las más antiguas en colmena pues trabaja con Bancomunidad desde hace 11 años.

Las otras 16 mujeres cuentan con menos de 10 años en colmena. Un total de 23 mujeres.

El día de hoy con un fuerte calor en el ambiente, pero también con mucha calidez humana, nos recibieron este grupo de mujeres a los que por fortuna pudimos acompañarlas a su reunión semanal y a su festejo. Sentadas en un semicírculo 23 mujeres, la gran mayoría jóvenes, permanecen sentadas, algunas abrazaban o cuidaban a sus hijos e hijas que a esa hora de la reunión ya habían salido de la escuela y se los traen.

Puntuales como abejas, a las 13:45 ya todas estaban sentadas por grupos en un semicírculo para facilitar su trabajo de pago de crédito, ahorro y formación. En la mesa desde donde se coordina la reunión, la Promotora de Desarrollo y Servicios Financieros; que va del Programa Bancomunidad – Fincomunidad del Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC está flanqueada por la presidenta y la secretaria para conducir la reunión. La presidenta lleva la agenda basada en 10 puntos. Por su parte la secretaria levanta el acta de cada reunión, misma que se lee al iniciar la reunión siguiente, anotando todos los pormenores que suceden a lo largo de una hora en que dura la reunión. La promotora es quien implementa la metodología de micro crédito, entre las 3 compañeras hacen que la reunión se lleve en orden y en el tiempo acordado.

Por ser esta una comunidad rural la mayoría de los créditos son para la producción agrícola como la siembra de alfalfa, maíz y frijol y la cría de animales, aunque también hacen la venta de atole, tamales entre otros.

Una vez terminados los pagos y los ahorros, hoy no hubo tema de grupo pues se celebra un tema mayor, “El Festejo de 15 años de la colmena” lo cual como decía la coordinadora Operativa Adriana Cointa Gerónimo “significan muchas cosas para  quienes forman parte del programa Bancomunidad – Fincomunidad, también para todos los que integramos el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC, así como para las mujeres que cumplen un año, 2 3,10, 15, pues recuerdo que muchas venían solteras; ahora ya tienen hijos, aquí muchas mujeres vienen a buscar una ayuda y encuentran amistad, solidaridad, respeto, valoración, a cambio se les pide compromiso con ustedes mismas y con sus compañeras y se les pide disciplina, que se den crédito como mujeres, se les pide unidad y solidaridad para salir adelante”.

A esta reunión viene también el gerente general de Bancomunidad – Fincomunidad, Francisco Uriel  Jerónimo la contadora del programa Leticia Córdova, se les hizo la invitación a las promotoras que han trabajado en diferentes periodos con la colmena pues son 15 años de trabajo ininterrumpido, por esta colmena han pasado varios promotores y promotoras: Rosa Estela, Samaría Florean y Esperanza Velasco. También asistió la Coordinadora de Fomento microempresarial, Nallely Cuevas Santaella , la voluntaria de Bélgica, Lucie Pestiaux, el Fundador de Centéotl AC, Othón Cuevas Cordova y el Coordinador de PAMA Nicandro Vásquez Ruiz.

Algunas mujeres trajeron muchos recuerdos, Rosita Venegas traía un pagaré de los primeros, también un cuadernillo donde llevaban el control de sus pagos y ahorros, una solicitud de crédito de los antiguos, recordaban que antes todo se hacía a mano, ahora ya es diferente. Una integrante trajo un periódico del Diario Noticias con fecha del 15 de octubre del 2014, cuando era promotora Esperanza y en donde el trabajo que realizan como colmena salió en toda una página y con fotos en color.

Para festejarlas todos los que asistimos a su actividad les hacemos un reconocimiento; realzando el esfuerzo que hacen por permanecer unidas, por su lucha tenaz y constante, por apoyarse entre ellas, por solidarizarse entre ellas en momentos difíciles, por creer en ellas mismas, también les regalamos una rosa y un abrazo cariñoso. Todo esto lo hacemos a nombre de todo el equipo que integramos el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC que hoy es una organización formada por 52 personas, la mayoría mujeres que impulsamos el trabajo de desarrollo comunitario.

En el reconocimiento al trabajo de este grupo de mujeres Othón Cuevas Córdova, fundador de Centéotl AC comentaba “hace 16 años nos invitaron a Bangladesh a conocer la metodología del Banco Grameen y nos apoyaron con 100,000 dólares. Que después pagamos, con ese dinero iniciamos la formación de grupos para implementar el trabajo del micro crédito. Que sería de nosotros si no hubiera grupos, nuestro trabajo cobra sentido y relevancia cuando apoya a alguien, cuando crea las condiciones para que mujeres y hombres seamos iguales”. Nos recordaba también que Centéotl no regala nada porque aprendimos que hay que “enseñar a pescar y no dar el pescado”. Comentaba también que “estos grupos permanecen y seguirán cumpliendo años porque aquí se respeta la religión de las personas y no se obliga a votar por ningún partido político, lo cual hace la diferencia de muchos grupos que nacen fomentados desde coyunturas electorales o impulsados por líderes que buscan posicionarse; pero en esencia no les interesan las personas, persiguen fines mezquinos y personales, no de la colectividad”. Decía también Othón, “venimos a saludarlos, a darles ánimo,  invitarlos a que sigan adelante y desearles éxito en sus iniciativas y en su colmena”.

Pollo enchilado, arroz, agua de horchata y pastel, fue el menú para la convivencia, de una bolsita muy bien cubierta las mujeres sacaron una botella de mezcal que repartieron entre ellas y quienes las acompañamos a su festejo.

Algo muy curioso en este festejo fue que a la hora de cantar las mañanitas, salieron cantando  muchos niños y niñas de diferentes lugares en que se hallaban jugando corriendo para que les tocara pastel.

Terminada la comida pusieron un bafle o bocina amplificada y nos invitaron a todos y todas a bailar, cuanta alegría se sentía en esta colmena a la que les pedimos que sigan trabajando porque pronto estarán cumpliendo 20 años.