El Centro de Desarrollo Comunitario Centéotl AC, tiene su sede en Zimatlán de Álvarez, a 27 km de la Ciudad de Oaxaca, Oaxaca.  En esta organización se promueve de manera profesional y a partir de la identidad cultural, procesos socioeconómicos justos perdurables en armonía con la naturaleza y condiciones de equidad de género, como modos de vida digna replicables en la región de valles centrales y sierra sur de Oaxaca.

Esta organización tiene como antecedente el trabajo de la Comisión Diocesana de Pastoral Juvenil en el decenio de 1980 en la Arquidiócesis de Oaxaca. Un grupo de jóvenes profesionistas originarios de Valles Centrales de Oaxaca, junto con el arzobispo Monseñor Bartolomé Carrasco Briseño y otros sacerdotes y laicos Oaxaqueños, cooperaron en trabajo comunitario social, partiendo de los principios de la “teología de liberación” y la idea que el “Reino de Dios” se construye desde la tierra a través de la lucha por un mundo de justicia, igualdad, fraternidad, y favoreciendo, sobre todo, a la gente más pobre.

En 1989, este  grupo de jóvenes se desprendió de la comisión de la Pastoral Juvenil y comenzó su trabajo en Zimatlán como grupo civil. Se inician proyectos comunitarios como las compras en común de productos de la canasta básica de primera necesidad y la siembra en común de hortalizas y cultivos básicos.  Se realizan talleres de artes plásticas con niñas y niños, y se publica una revista llamada “El Tequio”, la cual retoma temas de identidad cultural, equidad de género, democracia y justicia, participación ciudadana, medio ambiente y la solidaridad comunitaria.

Se creó la biblioteca infantil “El Rehilete” para conservar y promover manifestaciones culturales y artísticas Oaxaqueñas mediante el trabajo creativo de la población infantil y juvenil.  Se consolidó como el Centro Cultural y de Formación Integral  “Raíces y Horizontes” donde hoy en día, además de los servicios de la biblioteca, se ofrece a niñas, niños y jóvenes la oportunidad de desarrollar sus habilidades artísticas y culturales a través de su integración a la “Orquesta Sinfónica Esperanza Azteca” que se impulsa en colaboración con Fundación Azteca AC.

El 29 de enero 1994 el Centro de Desarrollo Comunitario Centéotl A.C., se registró como asociación civil; al siguiente año, inicia el proceso de expansión de su trabajo en la región Valles Centrales impulsando un proceso de trabajo organizativo-productivo para promover la autosuficiencia alimentaria, el cuidado del medio ambiente, la identidad cultural, la participación ciudadana y la igualdad entre hombres y mujeres.

En Abril de 1996, Centéotl recibió la autorización para recibir donativos deducibles de impuestos,  autorización que solo se otorga a organizaciones humanitarias de probada transparencia y eficiencia en sus servicios.

Desde sus orígenes en Centéotl se han implementado sistemas de apoyos a comunidades campesinas a través de pequeños créditos para proyectos productivos, los cuales han evolucionado hasta originar en el año 2000, el Programa “Bancomunidad”, que apoya a grupos de mujeres (“colmenas”) en situación de pobreza.  Este programa es una réplica del sistema de crédito diseñado y promovido por el Grameen Bank, creado  por Muhammad Yunus (el banquero de los pobres), quien enfoco sus esfuerzos para promover un desarrollo económico y social desde las familias más pobres. Actualmente “Bancomunidad” tiene presencia en 81 localidades de 43 municipios de Valles Centrales, atiende a 3000 familias promoviendo el micro-crédito con personas no sujetas a crédito por la banca comercial, para poder invertir en sus iniciativas y pequeños negocios con el fin de reducir la vulnerabilidad en que viven las familias pobres y marginadas.

En el año de 1996, el Programa Producción, Autogestión y Medio Ambiente empieza a incursionar en las comunidades de la Sierra Sur, impulsando el cultivo y consumo del amaranto,  respondiendo a la necesidad de ofrecer alternativas viables para mejorar la nutrición y los ingresos de las familias. La estrategia con AMARANTO tuvo un gran impacto pues a tan solo 3 años de su puesta en marcha, es decir para el 1999, se tenían excedentes importantes de grano por lo que se inició el proceso de dar figura jurídica a una cooperativa que acopiará y transformará amaranto. Es en el 2002 cuando finalmente se crea en Zimatlán de Álvarez “Amaranto de Mesoamérica para el Mundo” SC de RL, esta es una cooperativa que integra a familias campesinas que producen amaranto, así como personas que transforman y le dan valor agregado, se cuenta con 2 marcas: CENTLIAMARANTO Y AMARANTITA. Con la creación de esta cooperativa se garantiza el acopio de grano a un precio justo a las familias productoras – El precio justo se determina calculando el costo de producción del grano; pagándose lo que cuesta y quedando pequeños margenes de ganancia; también se contempla la mano de obra familiar para que las familias no se descapitalicen-.  Amaranto de Mesoamérica para el Mundo SC DE RL, genera empleos y distribuye productos de amaranto en localidades de Valles Centrales y comercios de la Cd. de Oaxaca.

Desde este programa se promueve la capacitación en temas productivos agropecuarios diversos con familias campesinas, se fomenta la organización en torno a proyectos de interés para las familias rurales y a partir de desarrollar en los y las líderes comunitarios la capacidad de incidir junto con sus grupos, en las estructuras de toma de decisiones al interior de sus localidades y en sus municipios.

Desde Producción, Autogestión y Medio Ambiente se implementa la metodología de grupos de ahorro y préstamos, el cual se desarrolla principalmente con mujeres, está enfocada a fortalecer las habilidades de las comunidades en el manejo de las finanzas, quienes empiezan por fortalecer el hábito de ahorrar con regularidad y transfieren esta habilidad a la práctica de aceptar y pagar préstamos en una manera responsable, pero sobre todo aprenden a organizarse.

Otra habilidad desarrollada es la de la agricultura sostenible, esto mediante la metodología de Escuelas de Campo para Agricultores (ECAs), el cual es en esencia, un proceso de formación no formal, de campesino a campesino, que promueve un aprendizaje continuo, donde las familias campesinas participantes, promotores y promotoras, así como el equipo técnico encargado de acompañarlos; trabajan de forma coordinada en lógica de relaciones horizontales durante los intercambios, es decir en donde todas y todos comparten sus observaciones y experiencias. Las ECAs  buscan generar nueva información en las parcelas de las familias, que sea útil para tomar decisiones.