El día de hoy sábado 7 de Octubre y con motivo de la REUNIÓN INSTITUCIONAL en donde nos damos cita todas y todos quienes integramos el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC, abordamos el eje estratégico IDENTIDAD CULTURAL que se refiere a la forma en que vivimos nuestras costumbres y tradiciones que nos caracterizan como oaxaqueños y que consideramos debemos rescatar y fomentar para no perderla ante el embate de otras culturas. En el programa “Bancomunidad” se retoma desde el principio núm. 10 que dice “rescataremos con orgullo y sin avergonzarnos nuestras tradiciones locales que dan salud a nuestros cuerpo y a nuestro espíritu”.
En esta ocasión y por la cercanía de la Festividad del “Día de Muertos”, reflexionamos lo que significa para nosotros dicha festividad tomando en cuenta que para los mexicanos la muerte es solamente una etapa más de la vida, en si corresponde a la prolongación de la vida y por lo tanto los que estamos aún en la tierra, no podemos olvidar a los que ya se fueron pues continúan su recorrido para llegar al descanso eterno. Recordamos también un saludo antiguo de nuestros antepasados que dice: “Que la muerte que traes a tus espaldas te de larga vida”.
En Centéotl laboramos poco más de 60 personas principalmente de comunidades de los Valles Centrales, sin embargo también hay personas de la Sierra Norte, la Sierra Sur, Costa, la Mixteca y el Istmo y llegamos a la conclusión que la celebración de “Día de Muertos” en nuestras diferentes regiones y en todo el estado de Oaxaca es una “ceremonia popular” en donde principalmente invocamos a los espíritus de nuestros familiares que ya han partido del plano terrenal para “convivir”, por lo que buscamos agasajarlos, hacerlos sentir queridos y parte nuestra aun, por lo que los esperamos de la forma más atenta para que las ánimas de los difuntos logren visitar a sus parientes y quieran regresar el próximo año. Se dice que los muertos retornan a su hogar porque son atraídos por sus antiguas pertenencias o por el amor de sus familiares que permanecen aún en la tierra.
La celebración del “Día de Muertos” se inicia desde el mes de octubre y se da con la adquisición de los productos para elaborar los alimentos que habrán de colocarse como ofrenda en el altar. En días ya muy cercanos a la fiesta de Muertos, desde muy de madrugada los mercados se instalan y se visten de olores y colores característicos, entonces comienza la compra de artículos propios de estas fechas como la flor de muerte o cempazuchil, chayotes, borla o cresta de gallo, el mole negro, los dulces oaxaqueños, calabazas en conserva, el pan de muerto, las manzanitas de tejocote, el nicuatole, los cacahuates, las nueces, el chocolate, las cañas, las limas de olor, las mandarinas, naranjas, nísperos, plátano, jícamas, tamales, manzanas, etc.
En Valles Centrales, todos los materiales, principalmente las cañas se entrelazan y se adornan con flores de San Francisco, que es una flor silvestre que da colorido al altar y lo aromatiza, se pone copal; que es útil según nuestras creencias para el paso de la vida a la muerte y da la debida solemnidad a la celebración, se ponen veladoras que representan la luz que conduce a las animas, tampoco se debe olvidar el agua pues las ánimas vienen viajando y hay que mitigar su sed. Las frutas y demás artículos son elementos que se utilizan para adornar los Altares y para rodear las ofrendas que se colocan en honor a aquellos que han partido ya de este mundo. En esos días las familias se sienten más numerosas porque vienen muchas almas que han partido. El primer día se destina al recibimiento de los niños (31 de Octubre) que ya han partido y para ellos se ponen dulces y los otros días son para los adultos (1º y 2 de Noviembre), para ellos se ponen cervezas, mezcal y otros alimentos que ellos gustaban. Al finalizar la festividad se llevan los recuerdos al panteón. Un platillo muy común en todas las regiones es el mole en algunos pueblos el estofado, no puede faltar el chocolate con pan de muertos y tamales, y se le sirve primero a las animas y después a los vivos.
Un elemento muy importante es el camino con pétalos de flor de cempazuchil que va desde el altar hacia la calle y en algunos lugares hasta el panteón, se tiene también la costumbre de echar cohetes a media noche para recibir a los angelitos y también a los difuntos mayores.
En la Costa se usa flor de bugambilias por su colorido y ramas de café para adornar altar y el camino de entrada. Se festeja a los difuntos con baile, porque para ellos a los muertos se les reciben con alegría.
En la Sierra Norte se pone un pescado seco a medio arco, para que los difuntos se lo lleven para el camino, son días de guardar, escuchar letanías y las familias se dedican a esperar a sus difuntos. Se dice que no se trabaja en esos días porque son días de guardar, no se puede lavar ropa. En el altar se pone pulque tepache, mezcal. No se hace baile, solo toca la banda toda la noche.
Mixteca, se ponen 7 escalones o niveles del inframundo y que tienen que pasar las almas para poder descansar, no se sabe; porque se ha ido perdiendo, que alimentos se ponen en cada escalón, porque en cada nivel hay almas y consumen diferentes alimentos, por ejemplo en el cuarto escalón no puede faltar la sal. El día 2 se van todas las familias toda la noche a convivir y agradecer a las almas por su visita, se come barbacoa y se convive con las almas, se visitan los familiares, compadres, etc. Se pone miel en el altar para los niños en vez de poner dulces, lo cual lo hace muy interesante; sin embargo la miel se encarece en esta temporada.
Istmo, se ponen cigarros y fotos de los familiares, se pone en una banca especial comida en muchos platos, tamal y café, molito (comida regional) y café, para que las álmas se junten a comer. Cuando ya pasaron los días de muertos va un rezador, que agradece a las almas que vinieron y se les invita a que vengan el próximo año. No se hace arco, si un altar muy colorido.
Sierra Sur, se va a traer a los angelitos con banda y rezador, se hacen figuras de masa de elote con figuras humanas para que los niños coman o jueguen con ellos, también a los adultos los van a traer con música y rezador, las familias invitan a la población a celebrar a las casas, van de casa en casa comiendo durante todo el día y la noche hasta el 3 de noviembre, el día 4 hacen un ponche especial, lleva huevo y mezcal y conviven, terminando con el día. En Sola de Vega lo tradicional es el pan, son días en que toda la familia no sale a lo largo de toda la semana pues se espera la visita, el mole de guajolote también es tradicional en el altar. Casi no se pone cerveza en esta región, es más común el mezcal. En el altar se ponen 2 ánimas, que son figuras prehispánicas de la representación de los fieles difuntos como comúnmente llamamos a las ánimas.
Concluimos que esta tradición es muy importante pues todos y todas algún día vamos a morir y nos gustaría venir y convivir con nuestros familiares durante los días reservados para ellos, esto nos da identidad y nos hace diferentes a los demás pueblos del planeta, lo cual le da a nuestra cultura un gran valor y depende de nosotros su permanencia en las nuevas generaciones o su extinción pues el Halloween es un elemento cultural que muchos mexicanos están adoptando sin entender que no es un elemento de nuestra cultura.
Cierre: la muerte representa para nosotros a pesar del duelo, convivir y compartir, por lo que en los diferentes programas de Centéotl implementaremos una serie de acciones, tales como hacer altares colectivos como organización. Desde las colmenas se hará la reflexión de lo que significa el “Día de Muertos” para las mujeres que integran la colmena e identificar y valorar o revalorar este elemento tan importante de nuestra cultura, se hará apoyándonos utilizando un “tequio” (folleto informativo que se usaba en años anteriores para difundir el quehacer de Centéotl AC). Para facilitar la reflexión se crearán 3 preguntas generadoras.