En este 2016, se cumplen ya 20 años en que el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC promueve el cultivo y consumo de una planta que prácticamente estaba en el olvido. Muy lejano se ve ese 1996 en que el INIFAP estaba cerrando la línea amaranto en el Estado de Oaxaca, seguramente porque no había despertado interés de ser cultivado por las familias campesinas. Sin embargo, en “Centéotl” AC en la búsqueda de alternativas a desarrollar con las familias con las que trabajamos, nos dedicamos a probar la forma de cultivarlo, a entender los pros y los contras de este cultivo que a la fecha, podemos decir, que es un cultivo viable con esas familias que parecían no interesarse en esta noble planta.
Nuestro sueño en “Centéotl” AC ha sido, que el amaranto venga a enriquecer la base de cultivos que establecen las familias campesinas durante el temporal de lluvias que para Valles Centrales y la Sierra Sur se limitan a maíz y fríjol. Pero también a enriquecer la base alimentaria de las familias, y es que al igual que en 1996, el problema de la desnutrición sigue muy presente en las comunidades. Con amaranto el objetivo es desarraigar este mal a partir de que las familias cultiven sus propios alimentos, dejar de depender alimentariamente de terceros, y es que el amaranto se produce bien en ambas regiones en las que “Centéotl” AC tiene presencia.
El reto es grande, sin embargo una vez que las familias adoptan el cultivo y lo integran a su alimentación y notan que el consumo frecuente del amaranto repercute positivamente en la salud de la familia, el cultivo se arraiga. El trabajo es lento, pero estamos dando pasos firmes y poco a poco vamos viendo los campos con más parcelas de amaranto que nos demuestran que el trabajo no es vano.