En el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl AC hemos encontrado 3 etapas críticas o difíciles en el proceso productivo del amaranto:
El primero, hacer que el amaranto emerja, no tanto que germine, pues la germinación se da con presencia de humedad, el problema es que emerja, pues si lo ponemos a mucha profundidad se ahoga y no emerge. Si la siembra coincide con una lluvia fuerte y se azolvan los surcos en que fue sembrado, se aumenta la profundidad y se forma una costra difícil de romper por la plántula, al ser tan pequeña no emergerá. La solución es aplicar estiércol para tapar el grano o hacer un surco pequeño en el canto del surco formado por la yunta o el tractor, también funcionan bien las sembradoras de precisión para amaranto.
Segundo. Si la floración coincide con la canícula que en los últimos años ha sido especialmente seca, la flor aborta y tendremos plantas bonitas pero sin grano. Ante esto los campesinos y campesinas con quienes trabajamos este cultivo atrasan las siembras hasta los primeros días de julio y otros en agosto y hay otros hasta los primeros días de septiembre.
Tercero. Al hacer la trilla o la extracción de la semilla, esta debe hacerse con lonas y con mucho cuidado de no contaminar con tierra el grano pues después es muy difícil separar la tierra del grano además de que se debe producir en condiciones de inocuidad y un grano sucio con tierra no es completamente inocuo.