Hay cosas que recuerdo en estas fechas, sin embargo, hay cosas que jamás podré borrar de mi mente, ya sea por que ya no estás a mi lado, más nunca dejaré de agradecerte lo que me decías:
Encuentra a personas que te hagan reír y síguelas como lazarillo. La risa es una vitamina. Nunca puedes cansarte de ella.
Cuando te sientas a punto de llorar, por dolor o de alegría, déjate ser. Si no dejas que fluya el agua, las lágrimas se calcificarán en tu pecho y te harán más difícil amar tan profundamente como tú lo quisieras.
Encuentra un trabajo que te haga feliz. Si puedes cambiar al mundo en el proceso, qué mejor.
Vive apasionadamente. Sueña en grande. No te arrepientas.
Quienes abrazan mucho son quienes se sienten más seguros en su propia piel.
Siempre, siempre, recuerda que te amaré, no importa lo que suceda. No puedes perderme. Siempre estaré contigo.
¡Feliz día Mamá!