El amaranto es una planta originaria de Mesoamérica, era cultivada al igual que el maíz y el frijol en la época prehispánica. Pertenece a la familia de los quintoniles (Amarantacea), está considerado como un “falso cereal”, pues aunque es una semilla pequeña que contiene todas las propiedades de los cereales, no es ningún pasto, como el trigo, el arroz o el maíz.
Este grano, que los españoles en la conquista de México llamaron “bledo”, quizá por su tamaño, pero también debido quizá a que no lo valoraron, pues cuando se dice que ¡¡ME IMPORTA UN BLEDO!!, quiere decir que no nos importa. Tradicionalmente lo conocemos a través de las “alegrías”; que expenden mujeres en los tianguis grandes como Zimatlán, Zaachila, Ocotlán, Oaxaca, Ayoquezco, entre muchos otros que tenemos en Oaxaca, y que en muchas ocasiones consideramos como de poco valor y nos interesa poco, cuenta con propiedades nutritivas excepcionales y también una gran facilidad para ser cultivado, pues se adapta bien a una gran diversos de suelos, pero principalmente se desarrolla en tierras arenosas, pedregosas, someras que son con los que cuenta el Valle y la Sierra Sur de Oaxaca, en donde El Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC ha decidido promover su cultivo como una alternativa para atender la desnutrición y la falta de opciones productivas para campesinos de ambas regiones.
A pesar de ser centro de origen de 2 especies de amaranto cultivado, Amaranthus hyipochondriacus y Amaranthus cruentus, su cultivo no es común hoy en nuestros días y solo crece como elemento de las milpas en contadísimas localidades de montaña de los Valles Centrales, pues con la llegada de los españoles se prohibió, al considerarlo una herramienta de culto, situación que hizo que la comunidad poco a poco se fuera olvidando de su cultivo, y hoy prácticamente se encuentra desaparecido.
El amaranto puede ser un excelente aliado para colaborar a combatir la desnutrición, pues está comprobado que el consumo diario de una palanqueta de alegría (de 25 gr aproximadamente), durante dos a tres meses puede hacer que un niño o niña salga de este padecimiento común en los pueblos marginados del Estado.
Desde 1996, El Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC ha implementado una estrategia para volver común el cultivo para consumo de la planta de amaranto y lo lleva a las comunidades más marginadas, pues consideramos que el cultivo y el uso del amaranto tiene que ser estratégico para las comunidades.