El Amaranto (del griego amarantein = que no se marchita) es especialmente resistente a las sequías pues es catalogada como una planta C4, esto en base a la eficiencia del uso del agua para elaborar sus alimentos. Esta característica la hace ideal para cultivarse en terrenos de temporal, incluso en climas áridos y semiáridos. El volumen de producción del amaranto es similar al que se obtiene con el maíz (de 1 a 2 toneladas por hectárea) pero su precio es de hasta un 300% superior ($18 pesos/ Kilogramo).
Se adapta a cualquier tipo de suelo y su ciclo es el mismo que el maíz (4 meses), se siembra en los valles centrales de Oaxaca a partir del 15 de junio hasta el 10 de julio, como huerto se puede cultivar durante todo el año.
El amaranto, soporta la escasez e irregularidad de lluvias, necesita de la humedad solamente en el momento de la siembra, el amaranto es especial pues parece que llega a crecer mejor en condiciones secas.
La cantidad total de agua requerida por el amaranto de grano a través de su ciclo vital es de solo el 60% del agua en comparación al maíz, trigo o la cebada, por lo tanto el amaranto es un cultivo ideal para las regiones secas como las que nos están agobiando últimamente.