Si produjéramos por lo menos la mínima parte de lo que consumimos, valoraríamos el esfuerzo que hacen quienes lo hacen, pero también nos volveríamos más cuidadosos de evitar los dispendios y el desperdicio de comida; cuando hay millones de personas sin alimentos en el país, en el continente y en el planeta.
En el Centro Demostrativo y de Capacitación Ecológica (CDCE), hemos retomado esta línea: Paulatinamente iremos integrando publicaciones de otros elementos relacionados con la producción de alimentos, pero también con la conservación del suelo, el agua y en general de la conservación de nuestro medio ambiente.
Producir nuestros alimentos trae repercusiones muy importantes a nuestra economía, pues podemos ahorrarnos dinero de lo que tendríamos que comprar y si comercializamos excedentes, generamos ingresos, además de que nuestra alimentación se hace sana y nutritiva.
Hoy en el terreno estamos produciendo espinacas, betabeles, epazotes, cebollas, rábanos, tomatillos y por supuesto amaranto. poco a poco iremos diversificando más la producción.
En estos días de compartir el trabajo de hacer producir la tierra en el CDCE , agradecemos infinitamente a la madre tierra; lo que nos ofrece, a cambio le aportamos abonos orgánicos, agua limpia, cariño, admiración, contemplación y un profundo respeto.
