Amaranto. Un grano lleno de beneficios para la salud.
¿Qué beneficios tiene el amaranto para la salud y cuál es su utilidad?
El amaranto, un cultivo ancestral de origen mesoaméricano, sigue siendo relevante no solo por su historia, sino por los múltiplos beneficios que tiene para ofrecer en la salud. Este grano milenario está siendo rescatado en los valles centrales de Oaxaca, por Amaranto de Mesoamérica, debido a su valor historico y los grandes beneficios que tiene como alternativa versátil y rica en nutrientes, el amaranto puede contribuir significativamente a mejorar la seguridad alimentaria no solo en los valles centrales de Oaxaca, si no de igual forma a nivel global.
¿Cuáles son los beneficios del amaranto para la salud?
El amaranto es una fuente excepcional de minerales como calcio, magnesio y fósforo, lo que lo convierte en un alimento esencial para la salud ósea. Su consumo es particularmente beneficioso para mujeres posmenopáusicas que tienen un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, una condición que debilita los huesos. Estudios han demostrado que el amaranto puede ayudar a mitigar estos riesgos al ofrecer una alta cantidad de calcio que fortalece la estructura ósea.
Otro aspecto sobresaliente del amaranto es su alto contenido en fibra, lo que lo convierte en un excelente aliado para la salud digestiva. Su consumo regular favorece el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y mantiene una flora intestinal saludable. Además, al ayudar a regular la absorción de azúcares, es un buen aliado para quienes buscan controlar sus niveles de glucosa, siendo beneficioso para personas con diabetes o aquellas propensas a esta enfermedad.
Con alrededor de un 15% de contenido proteico, el amaranto supera a muchos otros granos y es una opción excelente para quienes buscan fuentes de proteína de origen vegetal. Esto lo convierte en un ingrediente valioso para dietas vegetarianas o veganas, aportando los elementos necesarios para el desarrollo muscular, la reparación celular y la producción de enzimas. Su versatilidad en la cocina también lo hace ideal para diversas preparaciones tanto dulces como saladas, lo que facilita su inclusión en la alimentación diaria.
Amaranto y la salud cardiovascular
En cuanto al sistema cardiovascular, el amaranto es rico en compuestos como el beta-sitosterol, que contribuye a reducir el colesterol malo (LDL). Esto tiene un impacto directo en la salud del corazón, ayudando a prevenir enfermedades cardiovasculares. Un estudio realizado en 2003 encontró que el consumo de amaranto redujo significativamente los niveles de colesterol LDL en animales, lo que resalta su potencial como un alimento saludable para el corazón.
Proteínas de alta calidad
A diferencia de muchos cereales, el amaranto es una fuente completa de proteínas, ya que contiene los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo humano necesita. Este perfil proteico hace que el amaranto sea especialmente valioso para dietas vegetarianas o veganas, ya que provee proteínas de alta calidad sin necesidad de recurrir a fuentes animales. Además, su contenido en lisina, un aminoácido que suele estar en cantidades limitadas en otros cereales, lo convierte en un alimento esencial para fortalecer y regenerar los tejidos del cuerpo.
¿Cómo incorporar el amaranto en la dieta diaria?
El amaranto es extremadamente versátil y puede ser utilizado tanto en recetas dulces como saladas. Desde tortitas de papa, sopas, y ensaladas hasta postres saludables, el amaranto puede adaptarse a diversas preparaciones culinarias. En Amaranto de Mesoamérica, promovemos su integración en las comidas diarias, no solo por sus propiedades nutricionales, sino también como una forma de reconectar con nuestra herencia cultural.
Consumir amaranto y aprovechar sus beneficios.
El amaranto puede incorporarse en la dieta de varias maneras: cocido, tostado o en forma de harina. Para quienes desean maximizar sus beneficios, se recomienda consumir entre una y tres tazas diarias, distribuidas en las comidas principales. En preparaciones saladas, puede usarse como base de croquetas o relleno de vegetales, mientras que en postres, es común mezclarlo con miel para crear snacks saludables y energéticos.
Aunque la harina de amaranto no es panificable por sí sola, puede mezclarse con otras harinas para mejorar el perfil nutricional de panes y otras preparaciones horneadas, aportando su alto contenido proteico.
El amaranto no solo es valioso por su capacidad para nutrir, sino también por su potencial para contribuir a la sostenibilidad alimentaria, tal como lo promovemos en Amaranto de Mesoamérica, donde fomentamos su cultivo y consumo como parte de una dieta nutritiva y balanceada.