Uno de los principales problemas de las familias de escasos recursos siempre ha sido la falta de acceso al crédito; es decir, dinero fresco que les permita invertir en iniciativas o pequeños negocios para estabilizar el consumo y sobre todo para disminuir el alto grado de vulnerabilidad que estas familias tienen ante cambios ambientales como las prolongadas sequías e inundaciones, así como a la falta de empleo y a las crisis económicas.
Para estas familias el acceso a las instituciones oficiales de financiamiento, así como a fuentes de crédito extraoficiales representan un gran riesgo pues se pone en juego su patrimonio ya que se han dado casos en los que pierden sus pertenencias, sus casas o terrenos, además de ser muy costosas, pues las tasas de interés son muy altas.
Esto siempre había sido una preocupación para el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC por lo cual se dio a la tarea en el 2002 de fundar “Bancomunidad”, que es un programa de microcrédito cuya metodología está inspirado en el modelo creado en Bangladesh por el premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, conocido mundialmente como Grameen Bank. El microcrédito, que consiste en otorgar pequeños préstamos orientados específicamente para mujeres de escasos recursos. Tiene como finalidad ayudar a la población marginada a salir de la pobreza invirtiéndolo en sus propias iniciativas y pequeñas empresas. Se trata de préstamos sin garantía con tasas de interés mucho más bajas que las del mercado, basadas en la ayuda mutua, la solidaridad y la confianza que existe entre las mujeres que forman los grupos de microcrédito, fortaleciendo así la base comunitaria de los pueblos en los Valles Centrales de Oaxaca.
En este 2017, muchas “colmenas”, que así son llamados los grupos que implementan el microcrédito con El Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC, cumplen ya 15 años de existencia y en las próximas publicaremos daremos cuenta de cómo festejan 15 años de trabajo en grupos, 15 años de esfuerzo y lucha constante por salir adelante, 15 años luchando por romper el círculo vicioso de la pobreza.