La tragedia que marcó un antes y un después

El 3 de diciembre de 1984, la ciudad india de Bhopal se convirtió en el escenario de uno de los peores desastres industriales de la historia. Una fuga de isocianato de metilo en la planta de Union Carbide liberó una nube tóxica que cobró la vida de al menos 20.000 personas y dejó secuelas permanentes en cientos de miles. A cuatro décadas de este hecho, las víctimas siguen luchando por justicia, compensación y un ambiente sano.

Bhopal: una herida abierta

La catástrofe de Bhopal no fue un accidente aislado, sino el resultado de una negligencia criminal y de un modelo de producción industrial que prioriza las ganancias sobre la vida y el medio ambiente. La empresa Union Carbide, responsable del desastre, nunca asumió completamente su responsabilidad y las comunidades afectadas siguen padeciendo las consecuencias de la contaminación.

Un problema global

La historia de Bhopal es un recordatorio de los graves riesgos que conlleva el uso indiscriminado de plaguicidas. A pesar de los numerosos casos de intoxicación, contaminación de suelos y aguas, y enfermedades relacionadas con los agrotóxicos, la industria química sigue promoviendo su uso a gran escala.

Costa Rica: un caso paradigmático

En Costa Rica, la situación no es ajena a esta realidad global. El uso intensivo de plaguicidas ha generado graves problemas de salud pública y ambiental. La campaña “Paren de Fumigar” ha denunciado la creciente dependencia del país de los agrotóxicos y ha exigido medidas más rigurosas para proteger a la población y al medio ambiente.

La esperanza de la agroecología

Es urgente cambiar el modelo de producción agrícola basado en el uso de químicos tóxicos y promover prácticas agroecológicas que respeten la salud humana y el medio ambiente. La producción de alimentos sanos y seguros debe ser una prioridad para todos los gobiernos. Existe una comunicado de la Sociedad Mexicana de Agricultura Sostenible A.C que declara abiertamente los daños a la salud y a los ecosistemas de parte de los plaguicidas. 

En el CDCA y Centeotl AC trabajamos para hacer realidad esta transformación.

A través de la investigación y el desarrollo de bioinsumos agroecológicos como lixiviados de lombriz y microorganismos de montaña, ofrecemos alternativas sostenibles a los plaguicidas químicos. Además, promovemos y capacitamos activamente a campesinos y agricultores de nuestras comunidades en los valles centrales de Oaxaca, para que adopten prácticas agroecológicas y mejoren la productividad y calidad de sus cultivos y exista un desarrollo comunitario adecuado. 

¿Qué podemos hacer?

  • Informarnos: Conocer los riesgos de los plaguicidas y las alternativas agroecológicas.
  • Exigir cambios: Presionar a nuestros gobiernos para que regulen el uso de plaguicidas y promuevan la agricultura sostenible.
  • Consumir responsablemente: Elegir alimentos producidos de forma agroecológica y apoyar a los agricultores locales.

Fuentes:

https://www.meteored.com.ar/noticias/actualidad/dia-mundial-del-no-uso-de-plaguicidas-los-efectos-negativos-en-la-salud-y-el-ambiente-y-la-tragedia-de-bhopal-cancer-toxico.html#:~:text=15%20de%20septiembre%202022.

https://www.gob.mx/semarnat/articulos/dia-mundial-del-no-uso-de-plaguicidas-353119

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Centro demostrativo y capacitación agroecológica