El amaranto es una planta originaria de Mesoamérica, era cultivada al igual que el maíz y el fríjol en la época prehispánica. Pertenece a la familia de los quintoniles (Amarantacea, para los técnicos), está considerado como un “falso cereal”, pues aunque es una semilla pequeña que contiene todas las propiedades de los cereales, no es algún pasto, como el trigo, el arroz o el maíz.

Este grano, que los españoles en la conquista de México llamaron “bledo”, quizá por su tamaño, pero también debido quizá a que no lo valoraron, pues cuando se dice que ¡¡ME IMPORTA UN BLEDO!!, quiere decir que no nos importa, tradicionalmente lo conocemos a través de las “alegrías”; que se expenden por mujeres en los tianguis grandes como Zimatlán, Zaachila, Ocotlán, Oaxaca, Ayoquezco, entre muchos otros que tenemos en Oaxaca, y que en muchas ocasiones consideramos como de poco valor e interés, cuenta con propiedades nutritivas excepcionales y también una gran facilidad para ser cultivado, pues se adapta bien a una gran diversidad de suelos, pero principalmente se desarrolla en tierras arenosas, pedregosas, someras que son con los que cuenta el Valle y la Sierra Sur de Oaxaca, en donde El Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC ha decidido promover su cultivo como una alternativa para atender la desnutrición y la falta de opciones productivas para campesinos de ambas regiones desde 1996, en este año estamos cumpliendo 22 años de promover este pequeño grano que en un gramo contiene alrededor de 2000 semillas, aproximadamente 2 millones de granos por kilogramo.

Este es un cultivo que llego para quedarse en las comunidades con las que trabajamos, pues cientos de familias lo han adoptado como cultivo, pero miles lo consumen como un alimento de alto valor nutricional.