Producimos Amaranto en los valles centrales y una parte de la sierra sur del estado de Oaxaca. En la década de los 90, sembrábamos y recomendábamos sembrar entre el 15 de junio y el 10 de julio. Actualmente muy pocas familias hacen esto, pues el periodo de canícula (sequía dentro del periodo de lluvia), coincide con la floración y esto es muy dañino a la polinización de la flor, la escasez de humedad no permite una adecuada polinización y no hay formación, ni llenado de grano. La planta parece bonita; pero no tendrá granos.

Ante lo anteriormente señalado, cambiamos las fechas de siembra, sembramos a inicios de julio hasta la primera quincena de agosto. Cuando la planta empieza a florear la canícula ya pasó y tendremos grano. No obstante es cada vez más preocupante lo que el cambio climático nos esta orillando a hacer. Pareciera como que nos estamos conduciendo hacia un callejón sin salida.

Esta es la foto de una parcela sembrada en el mes de junio. Del 28 de julio del 2018. Parece muy denso pues aseguramos que emerja, que es de las etapas difíciles del amaranto. Una vez emergido, “lo más fácil” es ralear.