Al llegar a San Isidro Zegache, Doña Inocencia y Dulce Rosario van al encuentro del promotor, ellas esperaban impacientes su llegada, con una noticia desgarradora. “Hoy la reunión de la Colmena la haremos en casa de Doña María Cruz Méndez (madre de Dulce Rosario), falleció el sábado, eso pidió antes de morir, su esposo y su hija quieren cumplir su último deseo”.
Así recibieron a Adriania y Heriberto, coordinadora y promotor de Bancomunidad respectivamente, quienes semana a semana hacen su visita a las poblaciones indígenas de esta zona.
Frente a un altar en donde se han venido haciendo los rezos desde antier que María fue sepultada, se llevó a cabo la reunión de la Colmena “La Nueva Esperanza”.
En círculo y de pié las “abejas” declamaron los diez principios de Bancomunidad, como empiezan las reuniones de las más de 200 Colmenas que Centéotl apoya en Oaxaca.
“Siempre estaremos listas para hacer Guelaguetza, ayudándonos unas a otras y no dejaremos que ninguna de nosotras se quede atrás”, reza uno de los Principios y estaba haciéndose vida en esta humilde vivienda que daba testimonio de la solidaridad fraterna que significa la vida de una Colmena.
“Mi madre amó este proyecto, siempre fue puntual en sus reuniones y muy responsable con sus compromisos. Su mayor orgullo fue haber sido la Presidenta de su Colmena. Cuando fue a un Encuentro de Presidentas fue con mi papá a comprarse zapatos nuevos porque le dijo que quería ir muy guapa. Aquí está la foto de ese encuentro, siempre la presumía con mucho orgullo! Por eso la tenemos al pie de su Cruz”, nos contó su hija con lágrimas en los ojos pero con mucho orgullo de saber que su madre fue una mujer emprendedora ejemplar.
En el círculo de la reunión, como son todas las reuniones de las Colmenas, había una silla vacía, era la de María y hoy solo estaba ocupada por el último formato con el que con su puño y letra había redactado, su próximo proyecto a ejecutar con el apoyo de Centéotl.
La muerte sorprendió a María a sus 51 años y el proyecto quedó pendiente. Su familia lo retomará y saben que en estos momentos no están solos.
Un gran aplauso brindó su Colmena a María a la hora de mencionar su nombre en el pase de lista. Su silla estaba vacía y su fotografía, al pié de la Cruz, eran mudos testigos del homenaje de sus compañeras abejas que durante años estuvieron hermanadas a ella en la búsqueda de “una vida digna”.
Cubierto el protocolo de la reunión, todas las mujeres se tomaron de la mano y en círculo hicieron oración por la familia de María y por su descanso eterno. A una sola voz, todas las mujeres gritaron la consigna con la que terminan siempre sus reuniones: ¡¡¡¡Por una vida digna, de la mano caminamos!!!!.
El Centro de Desarrollo Comunitario Centéotl apoya, a través de su Programa Bancomunidad, a grupos autogestivos formados por 30 mujeres llamados Colmenas. Actualmente son casi 4 mil emprendedoras en Oaxaca las que participan. Son mujeres de muy escasos recursos que no tienen garantía alguna para recibir un préstamo de una institución financiera comercial. Sobre ellas como buitres rondan financieras que les prestan bajo condiciones leoninas y abusan de su escasa educación financiera. Lo propio hacen usureros locales que las despojan hasta de lo más indispensable para sobrevivir. Una Colmena en una comunidad, como San Isidro Zegache, se convierte en el espacio de recreación de las mujeres. Sí, recreación en el sentido literal de la palabra, llegan ahí a re-crear la visión machista, para re-inventarse como seres humanos con derechos.
Una colmena es el espacio del fortalecimiento del tejido social y es la fortaleza para defender sus intereses más elementales como su patrimonio familiar. Una Colmena es una familia que hace suyas las alegrías y las tristezas de sus integrantes.