¡Familias luchando por la seguridad y soberanía alimentaria!
Nuestras comunidades tienen una larga historia de producción de sus propios alimentos, sin embargo con el fraccionamiento o atomización de las parcelas destinadas al cultivo; puesto que la tierra se va heredando a un número cada vez mayor de personas, así como la integración masiva de familias a programas asistencialistas como “prospera” que en vez de favorecer la producción de alimentos la inhibe, pues las familias al saberse acreedora a un apoyo, terminan dependiendo de éste y olvidan o descuidan la función que como familia campesina productora de alimentos siempre han tenido.
A pesar de lo anterior, existen familias que siguen preocupadas por producir lo que comen, tal es el caso de la comunidad de San Juan Bautista Guelache, Etla, en donde un grupo de mujeres pertenecientes a la “colmena” llamada “Guelache”, han empezado a integrar el amaranto como un elemento adicional a las plantas o cultivos que las familias siembran en sus traspatios a fin de mejorar y diversificar su alimentación, pues como comentan estas señoras; ellas acostumbran a sembrar en sus traspatios: chepiches, chayotes, chiles de muy diversos tipos, nopales, calabacitas, elotes, frijol, tomates rojos y tomate de cascara, ejotes, fresas, chepiles, hierba santa, cilantro, perejil, hierba de conejo; hasta plantas medicinales es posible encontrar, como; cedrón, geranio dulce o citronela, santa maría, sauco, romero, etc. Frutales había nísperos, lima, limón, naranja, etc.
El amaranto lo han sembrado en grandes camellones al boleo; nos toco ver una parcela en el domicilio de la Señora Natividad Bautista Martínez, quien se ve en las fotografías. Cuando el amaranto tenga un mes de edad, lo trasplantarán arrancando en donde hay mucho amaranto, y lo sembrarán en surcos de 60 cm. El objetivo es tener hoja para ser aprovechada en los guisos y aguas frescas que las familias integrarán en su alimentación diaria. Con la producción de traspatio tan rica y abundante que estas familias tienen, además adicionando el amaranto como un elemento que enriquece la nutrición y diversifica la producción, estas familias aseguran su alimento, y con ellos la seguridad y soberanía alimentaria. Un elemento a favor de estas familias y de esta comunidad es que su tierra es muy fértil y no les hace falta el agua. Por lo que les aconsejábamos ¡Pues a seguir produciendo!.