Te compartimos una historia del trabajo de familias campesinas que comparte nuestro quehacer.

CENTRO DE DESARROLLO COMUNITARIO CENTEOTL, A.C.

SI  LE DEJO DINERO A MIS HIJOS EN DOS O TRES MESES SE LO ACABAN Y  SI LES ENSEÑO A TRABAJAR  EN MI PROPIA EXPERIENCIA Y EN EL CAMPO ES PARA  TODA LA  VIDA

El Sr. Jesús García Morales es un campesino de la localidad de El Carmen, Santa Inés del Monte distrito de Zaachila, Oaxaca, México.

Este campesino tiene   ya muchos años  que  se dedica a la  agricultura, tiene 60 años de edad; todos los ha pasado trabajando en el campo,  cuenta que ser campesino es herencia de sus padres, con ellos aprendió a  cultivar maíz, frijol, calabaza y cacahuate, todo para el sustento de la familia  y lo poco que quedaba de excedente para vender.

El Sr. Jesús, en busca de mejores condiciones de vida por que dice “estaba muy difícil la situación en el campo” tuvo que emigrar al país vecino, es decir; a los Estados Unidos de Norteamérica, allá estuvo por un periodo de 3 años, él es padre de dos hijos y cuatro  hijas,  dos de ellas ya se encuentran casadas y  los que aun están solteros  se dedican a las mismas labores que sus  padres  (campesinos).

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Al regreso del país vecino vuelve a  sus tierras  con el anhelo de seguir  trabajando   y  cultivando, pero en su ausencia;  sus hijos  y esposa siguieron labrando la  tierra. El  recuerda que  antes de partir; en la comunidad vio parcelas de amaranto y pudo observar que era un cultivo sencillo, bondadoso y sobre  todo dice él “rinde”; pues vio  que sus paisanos  lo cosechaban, con esto él se animo a cultivarlo en  sus  tierras.

Se integró a un grupo de autoahorro, su grupo se llama “La Unión”, en este grupo se enteró de un taller sobre cultivo y uso de amaranto en el mes de mayo del 2012, con la capacitación recibida en el mes de junio decide establecer una hectárea  del  cultivo; el cual se desarrolla satisfactoriamente  y se encuentra muy entusiasmado  esperando  la cosecha,  ya que sabe que le comprarán su producción a un precio de garantía de $14 pesos por kilogramo de grano limpio que decida comercializar y que lo hará aquí cerca, en la Sociedad Cooperativa de “Amaranto de Mesoamérica para el Mundo”, que se encuentra en Zimatlán de Álvarez.

Mientras espera cosechar y su planta crece, comenta que ha aprendido a preparar ensaladas y sopas  de las hojas jóvenes del amaranto.

En el proceso de aprendizaje con el equipo técnico de CENTÉOTL AC, aprendió a quelatar el fertilizante químico, él ha probado la siguiente mezcla:

Un bulto de  fertilizante sulfato de amonio y cinco bultos de materia  orgánica, debe ser el mas fermentado, se aplica a razón de 6 bultos por cada ¼ de ha,  con  la aplicación de estos abonos, nos  comenta  “que al ponerlo en  práctica en el amaranto, este crece muy bonito y da buenos resultados, se disminuye el uso de fertilizantes químicos”.

El  sabe y se encuentra orgulloso del trabajo que esta haciendo con amaranto ya que sabe  que es un aprendizaje valioso, comenta que esto se lo enseñará a sus hijos y que ha aprendido que “si  le dejo dinero a mis hijos en dos o tres meses se lo acaban y  si les enseño a trabajar  en mi propia experiencia y en el campo es para  toda la  vida”, además que  les  está enseñando a  producir un nuevo  cultivo de alto valor nutricional y también de buen valor económico.

El  Sr. Jesús esta muy  entusiasmado de trabajar con amaranto, quiere aprender a hacer alegrías, y  planea  alimentar  a sus  peces  con  el grano reventado de amaranto, pues él sabe que los peces requieren alimentos ricos en proteína y que el amaranto lo tiene.

*En la foto. Jesús García Morales en su parcela de amaranto.

Historia escrita por: Nicandro Vásquez Ruiz.

Centro de Desarrollo Comunitario “Centeotl”, A.C.