Cuando en 1996, el Centro de Desarrollo Comunitario “Centéotl” AC, inició la promoción del amaranto, lo hicimos con el fin de que las familias sembraran en pequeños huertos familiares y atender  problemas de oferta de alimentos que padecía la población con la que trabajamos. La adopción de este cultivo por parte de las familias representa una oportunidad para transformar lo que se ha considerado como los más graves problemas que tenemos: pobreza, vulnerabilidad, inseguridad alimentaria, etc. Hay por lo menos 10 localidades que se han ido apropiando de este noble cultivo, y con ello notamos un aprovisionamiento local de alimentos básicos, pero también un incremento en el ingresos en las familias involucradas.

Este es el esquema de trabajo con amaranto y cómo ha evolucionado en las localidades de atención:

  • En un principio, producir alimentos propios y de alto valor nutricional, primero en los traspatios en donde se aprovechaba la hoja y muy poco grano; pues la producción de traspatio de amaranto no puede ser alta.
  • Luego, ante el interés que han mostrado las familias ante este cultivo, se llevó a parcelas comerciales en donde se producía grano para comer y excedentes que podían destinarse al mercado.
  • De 1996 en que iniciamos la promoción, a 1999, tuvimos excedentes de 10 toneladas de grano, lo que muestra que las familias adoptaron con celeridad el cultivo.
  • Ante esta respuesta productiva, nos vimos en la necesidad de crear la cooperativa de Amaranto de Mesoamérica para el Mundo SC de RL, la cual se consolida hasta el 2002, en este periodo hicimos tramites, definimos la figura a adoptar, creamos la infraestructura, actualmente está SC, integra a más de 80 productores de las localidades en donde se establece este cultivo.
  • Para que las familias incrementen el consumo de grano de amaranto, que es en donde está contenida la proteína, además de enseñar a usar el grano reventado del amaranto en forma de alegría y otros platillos, hemos gestionado y apoyado a los grupos con infraestructura como las tostadoras, las cuales funcionan a gas. La forma tradicional de tostar amaranto es en el comal, lo que no es fácil; pues requiere de que el comal alcance 180 grados centígrados y quema con facilidad el grano, el producto tostado no es de muy buena calidad.
  • Con el apoyo con estos equipos, también se favorece el dar valor agregado al grano del amaranto; pasándolo de grano a cereal (amaranto tostado o reventado), con esto su valor se incrementa pues pasa de $18 pesos por kilogramo como grano a $35 pesos por kilogramo como cereal. Los grupos por su parte han iniciado la producción de derivados de amaranto, entre los que no puede faltar la tradicional “alegría”; el cual es un dulce regional por el que muchos conocemos el amaranto, y con esto se otorga mayor valor agregado y ellas y ellos se hacen de un mayor margen de ganancias.
  • Lo mismo hemos hecho para facilitar la obtención del grano, mediante la gestión y entrega de trilladoras de amaranto, la cual hace más sencillo la extracción del grano; que por cierto es una de las actividades más difíciles dentro del proceso productivo, también se han apoyado con limpiadoras de grano, la cual facilita la separación del grano de amaranto del tamo fino.
  • Grupos más consolidados han adquirido mini-tractores de 23 HP para preparar la tierra, equipados con arado de discos, rastra, surcadora y sembradora de un cuerpo, esto paulatinamente va favoreciendo la adopción de la producción del amaranto en las localidades.

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